Aquí tenéis una pincelada sobre hábitos de vida y neurociencias:
Nuestro
cerebro es social.
Necesitamos estar a gusto en el
grupo.
Tenemos
tendencia a “copiar” las actitudes de otros: elegid buenos amigos.
Nuestro
cerebro come
El cerebro es el órgano que
más energía consume.
Comer
fruta, lácteos, cereales, proteínas y aceites omega 3, 6 y 9 nos hace “más
listos”.
El
oxígeno es el botón de control
El
cerebro necesita oxígeno para funcionar correctamente.
Los
conflictos, las emociones intensas, la actividad física... consumen también mucho
oxígeno.
Relajarnos
y respirar conscientemente nos ayuda a recuperar el equilibrio y concentrarnos; el cerebro dispone de más oxígeno para
funcionar.
Estirar
el cuerpo estira el cerebro
El cuerpo necesita moverse y
el cerebro descansar.
Una
pausa cada 20-30-45 minutos ayuda a que el cerebro mantenga la concentración.
Aprovechar
las pausas para estirarse y moverse mantiene el cuerpo relajado y genera neurotransmisores beneficiosos para el
cerebro y el estado de ánimo.
Sin
sueño no hay atención
El
sueño es necesario para recuperarse del esfuerzo diario.
La
falta de sueño afecta a la atención, las destrezas motoras (“no dar pie con
bola”), el estado de ánimo y las
funciones cognitivas.
Durante
el sueño se fija lo aprendido durante el día (y también las emociones y
experiencias)
Es
necesario dormir un mínimo de 8-9 horas. El sueño se desarrolla en ciclos de aproximadamente 3 horas (solo “cuentan” si
los dormimos completos).
Sin
atención no hay aprendizaje
Activa
tu atención haciendo pequeños cambios en tus rutinas.
Mantén
vivos tu interés y tu curiosidad.
La
desgana y el aburrimiento hacen más largo y difícil aprender.
Asociar
es recordar
Para
que los conocimientos se guarden en la memoria a largo plazo es necesario
usarlos, repetirlos y asociarlos a
diferentes grupos de neuronas (conocimientos, emociones, recuerdos, experiencias...)
Aprendemos
solo lo que entendemos.
Aprendemos
más rápido lo que se relaciona con nuestra vida cotidiana, con lo que nos interesa o con lo que ya sabemos (antes de
abordar un tema refrescar nuestras ideas o preguntas
sobre él).
Lo
mejor es incorporar la información poco a poco, repetirla, aplicarla y
expresarla a nuestra manera.
Práctica
y repetición asientan el aprendizaje.
El
frio congelas las ideas
Y el calor
las adormece. Lo mejor es trabajar a una temperatura confortable, entre 19 y
23º.
No hay comentarios:
Publicar un comentario