domingo, 24 de septiembre de 2017

NEUROCIENCIA PARA ESTUDIAR

Nuestro taller avanza a buen ritmo y los niños van practicando en casa lo que les enseñamos.

Aquí tenéis una pincelada sobre hábitos de vida y neurociencias:


NEUROCIENCIA PARA ESTUDIAR



Nuestro cerebro es social.   

         Necesitamos estar a gusto en el grupo.

            Tenemos tendencia a “copiar” las actitudes de otros: elegid buenos amigos.



Nuestro cerebro come

         El cerebro es el órgano que más energía consume.

            Comer fruta, lácteos, cereales, proteínas y aceites omega 3, 6 y 9 nos hace “más listos”.



El oxígeno es el botón de control

            El cerebro necesita oxígeno para funcionar correctamente.

            Los conflictos, las emociones intensas, la actividad física... consumen también mucho     oxígeno.

            Relajarnos y respirar conscientemente nos ayuda a recuperar el equilibrio y concentrarnos;    el cerebro dispone de más oxígeno para funcionar.



Estirar el cuerpo estira el cerebro

         El cuerpo necesita moverse y el cerebro descansar.

            Una pausa cada 20-30-45 minutos ayuda a que el cerebro mantenga la concentración.

            Aprovechar las pausas para estirarse y moverse mantiene el cuerpo relajado y genera        neurotransmisores beneficiosos para el cerebro y el estado de ánimo.



Sin sueño no hay atención

            El sueño es necesario para recuperarse del esfuerzo diario.

            La falta de sueño afecta a la atención, las destrezas motoras (“no dar pie con bola”), el estado de ánimo y las funciones cognitivas.

            Durante el sueño se fija lo aprendido durante el día (y también las emociones y experiencias)

            Es necesario dormir un mínimo de 8-9 horas. El sueño se desarrolla en ciclos de     aproximadamente 3 horas (solo “cuentan” si los dormimos completos).



Sin atención no hay aprendizaje

            Activa tu atención haciendo pequeños cambios en tus rutinas.

            Mantén vivos tu interés y tu curiosidad.

            La desgana y el aburrimiento hacen más largo y difícil aprender.



Asociar es recordar

            Para que los conocimientos se guarden en la memoria a largo plazo es necesario usarlos,   repetirlos y asociarlos a diferentes grupos de neuronas (conocimientos, emociones, recuerdos, experiencias...)

            Aprendemos solo lo que entendemos.

            Aprendemos más rápido lo que se relaciona con nuestra vida cotidiana, con lo que nos       interesa o con lo que ya sabemos (antes de abordar un tema refrescar nuestras ideas o  preguntas sobre él).

            Lo mejor es incorporar la información poco a poco, repetirla, aplicarla y expresarla a nuestra         manera.

            Práctica y repetición asientan el aprendizaje.


El frio congelas las ideas
            Y el calor las adormece. Lo mejor es trabajar a una temperatura confortable, entre 19 y 23º.



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